El
cadejo es un animal legendario de la región de Centroamérica y México
que se encuentra en zonas rurales e incluso urbanas. Se dice que es un
animal parecido al perro que se aparece a quienes deambulan a altas
horas de la noche. Es un personaje grande, fuerte y peludo, tiene
grandes garras y se suele escuchar su caminar.
Según la leyenda existen dos cadejos, uno blanco y otro negro, y simbolizan el bien y el mal respectivamente. El blanco es guardián, y el negro es fiero y peligroso.
El
cadejo es el espíritu que cuida a los borrachos durante la noche, sobre
todo a aquellos que apenas pueden mantenerse en pie. Si el borracho
tiene la suerte de ver aparecer al cadejo blando, el bueno, éste
permanecerá a su lado protegiéndole. Pero se dice que si el cadejo lame
al borracho le hará compañía durante días, y será difícil librarse de
él. Al menos, durante las siguientes borracheras el cadejo blanco
evitará que el negro se le acerque. Hay versiones que dicen que en realidad el cadejo blanco cuida de la familia, mujer e hijos, cuando el marido se encuentra fuera de la casa. El cadejo negro es el que siempre va detrás de los hombres que han bebido demasiado. Hay quien dice que antes el cadejo había sido humano, pero algún maleficio le condenó a vagar de esa manera hasta el final de los tiempos. No se han conocido historias de ataques relacionadas con estos entes. Lo que más prevalece sin duda, es el sentido protector del cadejo. Es el vestigio de una antigua creencia que supone que todo humano posee un animal de compañía. Este animal es el doble del hombre, de tal manera que la enfermedad o la muerte del primero conllevan la enfermedad o la muerte del segundo. |
En
la actualidad, se puede establecer comparaciones de lo anterior con el
pensamiento cristiano, que expresa que el hombre tiene ángel guardián
que lo protege de los peligros. La creencia supone la existencia de un
animal compañero para cada hombre. Ese animal es el cadejo blanco.
Dicho animal acompaña al hombre en todos sus viajes solitarios por la
noche. Lo protege y lo defiende contra los malos espíritus encarnados
en el cadejo negro, con color tenebroso que simboliza la muerte, o sea,
el mal en todas sus manifestaciones. Según dice la tradición, los dos
cadejos son a cual más fuerte. En ellos se representa la
lucha entre el
“bien y el mal”.